Se abrió la oportunidad de que cada vez que había algún evento, yo me apuntara a foto documentar los momentos. Además de participar, Gianca me daba tips de fotografía y así fui aprendiendo. Así llegué a ser la teenager de la comunidad, y he crecido en ese ambiente de amor. Las experiencias han sido ricas y diversas, pero guardo en un lugar especial del corazón la caminata al Valle del Silencio en Talamanca. Además de ser una caminata retadora mental y físicamente, vivimos la reconexión con la naturaleza en comunidad y reafirmamos lazos de amistad profunda.